Lienzo rectangular en el cual el artista presenta propuestas de color, forma y textura. El diseño es cuadrado en una pintura figurativa de arte arcaico, que se apropia de los aspectos formales del arte primitivo en cuanto al espacio sin gravedad y la ausencia de ejes vertical y horizontal.

El plano básico ha sido trabajado en imprimación y veladuras, utilizando matices de bermellón como base, atenuando la vibración con maestría al utilizar en la superposición, colores neutros como blanco, matices de ocre, azul cobalto y matices de púrpura.

La imagen está compuesta por la representación estilizada de dos personajes (padre e hijo) a quienes da tridimensionalidad con la utilización de sombras en un espacio ingrávido, utilizando los colores del plano básico en las figuras a las cuales da forma con la utilización de líneas blancas que a la vez le imprimen luminosidad, igual hace con las figuras de animales mitificados.

Los personajes adquieren movilidad debido a la utilización de líneas ovaladas para los brazos de ambos, que sostienen el producto de la cacería en alto, siendo estos animales figuras complementarias. La figura central o signo icónico es el padre que, como punto focal junto al triángulo formado con el azul, atrae y retiene la mirada del observador.

Con la utilización de una reducida paleta, el artista logra una rica representación onírica de la transmisión de conocimiento de padre a hijo.