
Figuras de conformación humanoide en una actividad contemplativa de la luna, planteada desde abstraccionismo cubista, donde el artista deleita al observador con el uso de colores semejantes, sobre un a superficie irregular preparada para crear ese capricho visual. Se sigue observando la solución plástica de los autores de Azuero reconocida, que viene desde el final del siglo XX e inicio del XXI.
Barrios divide su escenario pictórico en dos en donde demuestra conocimiento en el uso del color y de la forma.